Ganadores Certamen de Microrrelatos Signo editores - Enero 2019
Menciones especiales:
Mañana, Raúl Clavero
A su destino ha llegado después de atravesar un estrecho y largo pasillo, flanqueado por estanterías dedicadas a la Historia,
Me gustaría desearte lo mejor, me gustaría verte sonreír de verdad, con esa sonrisa natural, limpia, ligera y sin forzar,
La sala de geriatría está en silencio. El comienzo de la ronda de medianoche lleva a la nueva enfermera de
En mi calidad de Marqués de Buenavista navegaba desde Cartagena, Nueva Granada, hacia Cádiz. Quería comenzar una nueva vida en
Bajaba las escaleras de la torre a trompicones, solo funcionaban las luces de emergencia. El polvo apenas le permitía ver
Las cenizas caían sobre la cera seca. Podría decir que sólo a una persona como él se lo ocurre encender
Es sexo. Lo nuestro es solo sexo. Quedó claro desde el principio. Siento caer el agua sobre mí en la
Estaba de vuelta de todo. Era consciente de que necesitaba un nuevo comenzar. Podría coger uno de esos barcos a
El momento ha llegado. De un soplido inadvertido, me desprendo y caigo. Suavemente, voy fluyendo con la brisa que me
Su mirada me atravesaba, hacía lo imposible por no coincidir con ella, pero de una u otra manera siempre me
No sé cuán distraída andaba, que ni me di cuenta de que alguien me había debido de quitar el suelo
Puse agua en las flores. Rosas blancas, como aquella que me llevé el día de tu despedida. Repasé tu nombre
—Acabo de comenzar.
—¿Qué?
—Acabo de comenzar a escribir este relato.
— ¿Y tú quién eres?
—Soy el escritor de
—“Nada hay más difícil que un principio”: —Sentencia el charlatán de turno, como si tuviera una autoridad superior, o se
Anochecía en ciudad de Méjico y el bullicio de la calle se oía a través de la ventana. Llevaban un
Se llamaba Jacob y era el hijo del predicador. Llegó en una barca liviana exhibiendo determinación en el puño aferrado
“Ya no visitamos al abuelo como lo hacíamos antes. Lo extraño mucho”.
Esas palabras de mi hijo se clavaron en
Ese invierno casi no pude dormir durante las noches. Una recurrente secuencia que desafiaba los límites entre lo empírico y
Todo empezó cinco años atrás. Sería un matrimonio de conveniencia, pero no importaba: finalmente mi destino repartiría felicidad.
Contemplándome a
Ya nos lo habían advertido.
Los comienzos siempre son difíciles. Y resultan más complejos aún, si cabe, para los valientes
– Si mordieras mi corazón sabrías cómo saben las nubes en un día de tormenta.
Su mente repetía la misma