El hombre más joven se acercó a su patrón y le dijo:
__ ¿Sigues pensando en tu esposa?
Dejando de mirar el horizonte el otro contestó:
__ El amor es como el agua que ahora nos rodea, no puedes vivir sin ella, pero también puede matarte si no sientes el suficiente respeto. Algún día comprenderás lo que acabo de decirte. Ahora deberías comprobar si el resto de la tripulación se ha puesto los tapones de cera en los oídos y apretar mis ataduras. Pronto nos enfrentaremos a las Sirenas.
Sonriendo, el soldado, se dispuso a cumplir las órdenes de Ulises.
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