La heroica ciudad dormía la siesta, mientras yo buscaba a la Maga. Viajé a París porque me dijeron que ella vivía acá. Mi madre me lo dijo. Maga, luz de mi vida, fuego de mis entrañas.
Llamadme Ismael. Y es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa.
Hoy en esta ciudad ha ocurrido un milagro. El verano se adelantó. Y al día siguiente no murió nadie.
Después de descubrir y visitar esta hermosa ciudad, encontré a la Maga en un cuchitril. Y fui valiente, la liberé de sus captores y escribí un cuento. Y eso significa que puedo hacer cualquier cosa.
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